jueves, 12 de mayo de 2016

Semana 24

Los días pasan ligeros, con Elena danzando en su mundo acuático. Me sorprendo de ver cómo responde con pataditas cuando le hablo o toco la panza; se vuelve loca ni bien pasaron cinco minutos desde que empecé a comer, y todos esos detalles me asombran porque jamás creí que podría ir notando las diferencias entre las hermanas desde tan pronto: Emilia no hacía nada de eso, la comida le era indiferente, tenía que tomar una jarra de jugo de naranja para que reaccione, sino, nanai de nanai. Y no recuerdo que respondiera a mi voz tampoco, pero ella era así, tan "independiente" desde chiquitina, mi estrellita ♥
Son dulces los días con la panza redonda y grande; la vida fluye, y me siento agradecida a cada minuto. No pasa ni un solo día en que no me sienta afortunada, bendecida, en que no agradezca este milagro, mi niña candombe, mi bebé arcoiris. Estoy aprendiendo a vivir un embarazo sin sobresaltos, estoy dejándome sorprender por la calma. Estoy disfrutando con todos los sentidos, con el alma y el corazón enteros cada milisegundo de esta hermosa aventura, de este regalo de la vida.