viernes, 25 de julio de 2014

Y por fin llegó

Y sí, se parece bastante a la alegría de las vacaciones! El último día de oficina transcurrió con trabajos que se complican a último momento, algunos mails de despedida, masitas secas que trajeron mis compañeros para el desayuno, un almuerzo colectivo en la mesa de reuniones con jefa, cumpas, pizza, coca-cola zero y anécdotas y risas varias, una CAJA de Vauquitas que me trajo el asistente de edición "porque descubrimos que a Emilia le gusta el dulce de leche", mucha alegría y ninguna lágrima, por suerte, porque nadie se puso melancólico: los muchachos me dijeron "nos vemos" como siempre, como si fuera un día más, aunque mirándome muy fijo a los ojos y tocando la panza largo y tendido. No saben si la van a volver a ver, y yo creo que ya se acostumbraron a sentir a Emilia detrás de la redondez.

jueves, 24 de julio de 2014

35 semanas y un madrugón

Mi chanchita primorosa, cachetona, de labios mulliditos y cara de inmensa paz está pesando 2,315 kg y nosotros estamos exultantes de felicidad y aliviooo! Aumentó 700 grs. en tres semanas, creció por donde la miren, siempre dentro de los parámetros normales, todo todo todo le da bien, más allá de su corazón especial, y nada indica que vaya a adelantarse, así que me preparo para arrancar unas próximas 5 semanitas de descanso con mucha felicidad y calma. Este último mes es aquel en el que los bebés más aumentan, así que si todo sigue así vamos a llegar al parto con un peso ideal para que pueda afrontar la que se venga.
Mi gorda batalladora, la guerrera del pancho, cómo te amooo 

martes, 22 de julio de 2014

Casi 8 meses y una panza prominente

"Vamos, arrrrrriba", me digo cada mañana, después de acariciarme la panza-Emilia, cuando tengo que mover esta osamenta que me cuesta cada vez más mover. Engordé casi 8 kilos en casi 8 meses. No está mal, es bastante de libro. Ni me quiero imaginar lo que me hubiera costado la vida si hubiera sumado, ponele, 20 kilos: con mis 8 a cuestas, cada vez que me agacho y me levanto siento que estoy con las pesas atadas (gracias obstetra nº 1, te debo una). Ni hablar de subirme a un banquito para buscar algo en los estantes de arriba de la alacena: las cosas más sencillas se vuelven objeto de un análisis minucioso: miro el banco, miro la altura, calculo dónde poner un pie, miro bien de dónde agarrarme, evalúo si conviene subir de un envión o de a poco... Un tiempo ridículo. Otra cosa complicada a esta altura del partido es cortarse/pintarse/despintarse las uñas de los pies, pero sobre todo porque implica una posición que inevitablemente aprieta e irrita al bebé, o por lo menos así sucede con nuestra pequeña Emilia, que se hace entender a los manotazos limpios. También me pasa últimamente que:
1) me suena la cadera a lo pavote,
2) no me veo los pies (ni hablemos de la chochi, que ya es un misterio para mí)
3) el ombligo está tan estirado que parece a punto de rajarse,
4) a juzgar por la acidez y el reflujo que ocasionalmente me atacan, se dio a la fuga la tapita que cerraba la comunicación entre el estómago y el esófago.
Pero vamos, a quién voy a engañar... me encanta! Yo miraba con sospecha (para no decir con sorna) a las mujeres que decían que el embarazo es el estado ideal de la mujer... Pero sí, hombre, lo es! Despertarte a la mañana y sentir esa primera patadita del día es algo indescriptible. Puedo estar horas escribiendo cursilerías acá, y sin embargo nadie me va a entender hasta que no lo pase, al igual que yo me quedaba con cara de signo de pregunta cuando me lo contaban a mí. Es la sensación de expectativa y de alegría más duradera, más trascendente de la vida; es más grande que cuando eras chica y esperabas navidad, pero aun así se le parece en lo mágico. Es como cuando sabías que venía tu abuela de viaje a visitarte, y esperabas contando los minutos y los segundos. Cada mañana al despertar es la sensación de que te habías olvidado que algo increíble está por suceder. Es alegría, amor, optimismo, futuro.
No hace falta que aclare que espero, proyecto, deseo, invoco, imploro, ruego lo mejor para mi cabrita saltarina, mi copo de nieve, mi botón de vida, y que deseo con todo mi corazón, mi cuerpo y mi alma que sea fuerte y resista, y que algún día pueda estar yo acá aburriendo a todo el mundo diciendo lo hermosa que es y posteando sus quichicientasmil fotos y contando cada descubrimiento pavote como si fuera la mamá de Marie Curie. Pero a veces me sorprendo a mí misma con una sensación de serena gratitud, pensando que más allá de todo, sea lo que sea lo que vaya a suceder, después de tanta búsqueda y tantas lágrimas, al menos habré tenido la oportunidad de vivir esta increíble magia, este hermoso milagro.
Lo cual es tremendamente triste, pero inmensamente cierto.

viernes, 18 de julio de 2014

En una semana

En una semana voy a cerrar la puerta de mi oficina dejándola en manos de un asistente que todos los días me pregunta cómo estoy, me acaricia la panza y ocasionalmente me trae una Vauquita XL que compartimos cómplices con un café, yo con edulcorante -no sea cosa- y él, amargo. Voy a dejar algunas notas en la pizarra de corcho que tengo frente a mí que no estarán la próxima vez que la vea. El calendario de julio que tengo como fondo de pantalla en la compu va a ser reemplazado por algún otro menos susceptible de caducidad, para que cuando vuelva no sienta que me estoy metiendo en un lugar abandonado. Mi compañero A. ya no va a prender mi estufa todas las mañanas, cerrando la puerta tras de sí para que esté bien calentito cuando llegue, porque acá serán mayoría los varones y ninguno va a andar buscando donde apoyar el culo los días fríos de invierno.
Yo voy a estar en casa descansando y juntando fuerza y coraje, tejiendo, cosiendo, leyendo, preparando algunas cositas, el bolso (que como era obvio, todavía ni empecé), y extrañando un poco la rutina de todos los días, que a veces me aburre, pero no siempre.

jueves, 17 de julio de 2014

34 semanas y 6 madrugones

Ya tengo en mi poder la orden para el electrocardiograma y el riesgo quirúrgico de la cesárea prevista para dentro de poco más de un mes; también para el monitoreo fetal, la próxima ecografía, los extensos análisis de sangre, el cultivo, y seguramente para alguna otra cosa que me estoy olvidando por ahí. "¿Contracciones?", me preguntó, de pronto, la obstetra. "Meh, a veces se me pone la panza dura, sobre todo si camino mucho o si estoy muy cansada". "Bueno, sería hora de ir aflojando el ritmo", fue su respuesta. "Sí, sí, claro, justamente la semana próxima es la última que trabajo". "No, antes".
Imposible. Imposible.
Algo de panic attack se trasluce en mi rotunda negativa. Por un lado cuento los madrugones que me faltan, pero, por el otro, vértigo. Todo indica que se viene y pande el cúnico.

viernes, 11 de julio de 2014

33 semanas y 10 madrugones

Llegamos a la semana 33, lo cual indica que:

 Emilia tiene su cerebro casi con la madurez que va a tener al nacer,
 ya tiene los dientitos formados,
 está empezando a soñar,
 tiene cada vez más hipo,
 y que solo faltan 7 semanas para el gran día!

Los últimos tiempos se rigen por esa cuenta regresiva y por esta otra: la de los días que me faltan para empezar la licencia por maternidad! Elegí la opción 30 días antes y 60 después (la otra alternativa era 45 días antes del parto y 45 días después), así que todavía me quedan un par de semanitas por delante, exactamente 10 madrugones para ver amanecer desde el calor de mi hogar... ¡qué felicidad!
Hoy hice el trámite en el ANSES, estuve 10 minutos y no me faltó ningún papel. Milagro.
Así que ya es oficial: estoy en tiempo de descuento.

jueves, 10 de julio de 2014

Un premio!



La dulce Amapola de Buscando a Gaviota me dio un premio! Es la primera vez que recibo uno y me divirtió mucho la sorpresa. Gracias Amapola!
Estas son las reglas:



Las reglas del premio son las siguientes:

Nombrar y agradecer al blog que te concedió el premio.
Responder al cuestionario y dejar uno nuevo.
Nominar a otros 11 blogs de reciente creación o con menos de 200 seguidores.
Visitar el resto de blogs nominados.
Contar 11 cosas sobre ti.
Informar a todos los blogs del premio que has otorgado


1.¿Te gusta tu trabajo, profesión o actividad principal? ¿Es algo que pudiste elegir? 
Sí, me gusta. Estudié Cs. de la comunicación y terminé trabajando como editora, rodeada de papeles, haciendo libros. Mi trabajo me gusta, me da satisfacciones y me permite usar mis aptitudes. También implica una dosis de rutina que a veces me agobia, muchas horas de oficina, sentada... pero en general, la respuesta es sí!

2. ¿Cuál es tu plato de comida preferido? 
¡No sé! De chica hubiera dicho sin dudar: fideos con tuco, pero ahora me cuesta decidir solo una cosa: soy pochita morfoni por naturaleza, me gusta la comida en general y dependiendo del día y de la temperatura, muchas cosas son mis preferidas. Digamos que la papa es algo que me gusta en absolutamente todas sus formas.

3. ¿Qué es lo que más disfrutás hacer en la vida?
Reírme. Me llena de energía y bienestar, me encanta tentarme y reír hasta llorar. También me encanta compartir tiempo con IC, con amigos, con la gente querida, viajar, amasar, tejer, mirar películas, comer, caminar, emprender cosas nuevas... Por suerte, la lista es larga!

4. ¿Qué es lo que menos te gusta hacer pero lo tenés que hacer igual?
Detesto hacer cosas por obligación. No hay nada que odie más, y sin embargo todavía no me siento lo suficientemente libre como para decir "no" en muchas ocasiones. Yendo más a lo concreto, no me gusta limpiar ni planchar, me aburre un montón.

5. ¿A qué le tenés miedo?
Ufff... mis miedos de antes quedaron chicos; ahora solo tengo uno, muy grande: que las cosas no salgan bien con Emilia. Es un enorme miedo contra el que lucho todos los días, minuto a minuto. Todo lo demás pasó a segundo plano.

6. ¿Te das tiempo para darte algún gusto o mimo y relajarte?
En general soy medio máquina, hago muchas cosas una detrás de la otra y tiendo a olvidarme de mí, pero me gusta cada tanto darme cuenta de esta situación, parar y "premiarme": ya sea comer algo rico, hacer un paseo inesperado un día de semana, encontrarme con alguien, hacerme un baño de crema, sentarme a dibujar o a hacer algo que no hago habitualmente... Cortar la rutina.

7. ¿Sentís que los demás te comprenden en la búsqueda de un hijo por fertilización asistida?
Más o menos. Sí y no. Personas muy cercanas me dijeron, sin querer, cosas muy hirientes en esta larga búsqueda. Otras personas, por el contrario, me alentaron desde el primer momento. En general la incomprensión no me importa demasiado, pero sí me pone de muy mal humor que me digan pavadas. La peor, lejos, vino de mi propia hermana (con quien nos adoramos), muy convencida ella de que con la meditación se logra todo: "¿Será que en el fondo no querrás tener hijos?". Dolor.

8. ¿Qué pensás de la donación de gametas? ¿Compartirías esta información con los demás si fuera el caso?
Me parece fundamental, es una acción de una generosidad enorme. Sí, soy muy de hablar de estos temas, tanto de mi larga búsqueda, como de mi embarazo perdido, como del tratamiento de fertilidad. Me parece que el silencio es lo peor, es lo que nos ha hecho sentirnos "raras", "defectuosas", "desafortunadas" por tanto tiempo. Si la gente contara más y hablara más, ayudaría mucho a naturalizar situaciones que de lo contrario generan un profundo y solitario sufrimiento. Los blogs son de enorme ayuda en esta tarea.

9. ¿Te considerás una persona alegre por naturaleza?
Bastante, y se lo debo a mi mamá. No sé si tanto alegre como optimista, encaradora de frentes más bien.

10. ¿Te sentís a gusto y "protegido" cuando estás en tu casa?
Muy. Mi casa es mi refugio. Es un lugar que esperamos y deseamos mucho, y le tenemos un profundo amor.

11. ¿Tenías alguna expectativa cuando empezaste a escribir tu blog?
Cuando empecé a escribir el blog solo buscaba -por más paradójico que parezca- un lugar privado donde desahogar mis emociones. Tenía ganas de descargarme por escrito pero no me sentía cómoda llevando un diario "secreto" en la cara de IC; no sé, me parecía raro, incómodo. Y pensé que un blog era un lugar que iba a pasar más desapercibido: total, un montón de veces estoy sentada frente a la computadora, escribiendo. El encontrarme con lectoras tan hermosas que están siempre para apoyarme o mostrarme su punto de vista, fue pura yapa y vino después.


11 cosas sobre mí:

1. Tengo 38 años y todavía no logro amigarme con mi pelo.
2. Lloro con las historias de perros y gatos abandonados, que están en adopción; con las historias de las chicas que buscan sus hijos y que todavía no lo logran, pero también con las que sí lo logran; en fin, que soy muy de emocionarme.
3. No aguanto bañarme en una bañadera donde hayan quedado pelos del que pasó antes, ni tampoco usar un jabón con pelos incrustados. Guácala. (La paso muy mal en los hostels)
4. Adeudo la tesina de mi carrera para recibirme y obtener el título (Rendí mi último final en 2002). Me da una fiaca inexplicable.
5. Soy de servirme tazones de café o té y tomarlos despaciiiito, despacito. Cuestión que terminan fríos. Nadie entiendo cómo sigo.
6. Invento personajes y los sostengo a través del tiempo. IC llegó a decirme "las amo" (y todavía no estaba embarazada. Saquen conclusiones de mis personalidades múltiples)
7. Durante un período de mi vida me dio vergüenza bailar. No me pasó ni antes ni después, pero durante esa extraña época me costó mucho salir con mis amigas.
8. Cuando me pinto las uñas no puedo usar anillos. Puede parecer un TOC , pero es una cuestión de apreciación estética, me parece recargado (?)
9. No hay chances de que llore y hable dignamente al mismo tiempo, así como tampoco de que llore sin poner cara de "estoy teniendo un ACV".
10. Dejé de fumar hace tres años y medio y todavía recuerdo lo mucho que me gustaba hacerlo.
11. Me levanto de buen humor.

Los blogs que nomino no van a ser 11 porque no llego con la cantidad, pero aquí van, estos son:

1. Que me parta un milagro, porque fue uno de los primeros que empecé a leer y me hizo reír con un tema que en principio solo me hacía sufrir. Empecé a desdramatizar las situaciones que me tocaban atravesar gracias a Maru y sus textos tragicómicos.
2. Con final feliz, porque fue una luz de esperanza cuando estaba en plena búsqueda, ella finalmente lo había logrado y entre tratamientos! Mi ídola.
3. Diario de la betaespera, porque si bien su autora lo abandonó los últimos meses, compartimos el año pasado el tiempo de la betaespera y me sentí muy identificada con ella. Me encantaría que vuelva y nos cuente en qué anda :)
4. Voy caminando hacia nuestro futuro, porque después de mucha lucha y diez intentos, Luna logró su positivo por partida doble! Estoy siempre esperando leer sus novedades, que escribe con una felicidad contagiosa.
5. Laberinto hacia la maternidad, porque se trata de otra luchadora que encontró la salida que estaba buscando.

Acá van mis preguntas:

1. Contame un color, un olor, un momento del día que sean tus preferidos.
2. ¿Comida salada o postre dulce?
3. Campamento, ¿sí o no?
4. ¿Algún ritual antes de dormir?
5. ¿Siempre supiste que querías tener hijos?
6. ¿Sentiste alguna vez que a tu pareja la tuviste que "arrear" un poco con el tema de los tratamientos de fertilidad o siempre estuvieron los dos igual de comprometidos con la idea?
7. ¿Compartiste desde el primer momento con familia y amigos los tratamientos que iban haciendo?
8. Si pasaste por una, ¿cómo lograste sobrevivir la betaespera?
9. Si tuvieras que darle un consejo a una persona que recién está empezando a sentirse parte del mundo infértil, ¿cuál sería?
10. Tenés algo planeado que sabés que vas a hacer cuando finalmente estés embarazada o tengas a tu bebé en brazos? No sé, por ejemplo, voy a comprarme una mecedora / voy a ir caminando a Lujan / me rapo para cumplir con la promesa, etc.?
11. Qué sentís que aprendiste a lo largo del camino de la infertilidad?



miércoles, 2 de julio de 2014

32 semanas

Ayer tuvimos una nueva ecografía. Inicialmente estaba prevista para el lunes, pero me llamaron para pasarla al martes, casi en el horario del partido de Argentina. Las buenas noticias siguen: Emilia pesa un poco más de un kilo y medio, está creciendo hermosa, acorde a su curva, los latidos cardíacos están perfectos, tiene un muy buen flujo de sangre oxigenada recorriendo el cuerpo, la cantidad de líquido amniótico es la adecuada y... ¡ya se dio vuelta! Obviamente, va a nacer por cesárea programada, por lo que este dato debería resultarme irrelevante, supongo, pero me encanta saber que la naturaleza hace su llamado y que se va preparando para salir. Me parece un buen augurio.