lunes, 11 de agosto de 2014

Efectos colaterales del dolce far niente

♥ No me importa más el pronóstico meteorológico
Está fallando el piloto automático del calefón y no le veo el problema: si tiene que venir el gasista... hay alguien en casa, ¡YO!
♥ Llamo para pedir un turno y me puedo dar el gusto de decir: "Dame cualquier horario, no hay drama"
♥ Camino a dos por hora [literal], un poco porque si me apuro me duele feo la panza [se pone dura como piedra], pero también porque disfruto de no tener horarios ni compromisos, de poder "pasear" fuera de contexto.
♥ Estoy completamente desconectada del trabajo y si la entrega prevista se realizó o no, me importa un corno. Se me fue el profesionalismo al tacho.

Cuestión que los días se están pasando entre lavado de ropa de bebé con jabón blanco, hacer espacio en este placard, armar el catrecito que nos prestaron, estudios, estudios y más estudios, monitoreos fetales, la lista del bolso que sigue vacío y esperando, etc.
Parece re aburrido dicho así, pero juro que no lo es. Disfruto cada segundo de este cuarto intermedio.

2 comentarios: