viernes, 21 de marzo de 2014

10 años

Hace diez años IC me acompañaba a la parada de colectivos después de una noche de asado y mucha charla y en vez de despedirme me daba un beso que prolongó la conversación, café con leche mediante. Al otro día me dio las llaves de su casa, y yo pensé que qué bueno encontrar un loco como yo, con tantas ganas de amar. También pensé que o bien esta relación seguía para siempre o bien yo iba a terminar rota en mil millones de pedazos, pero por suerte parece que los dos seguimos con ganas de lo primero, así que por ahora permanezco enterita.
Y multiplicada 

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