viernes, 25 de julio de 2014
Y por fin llegó
Y sí, se parece bastante a la alegría de las vacaciones! El último día de oficina transcurrió con trabajos que se complican a último momento, algunos mails de despedida, masitas secas que trajeron mis compañeros para el desayuno, un almuerzo colectivo en la mesa de reuniones con jefa, cumpas, pizza, coca-cola zero y anécdotas y risas varias, una CAJA de Vauquitas que me trajo el asistente de edición "porque descubrimos que a Emilia le gusta el dulce de leche", mucha alegría y ninguna lágrima, por suerte, porque nadie se puso melancólico: los muchachos me dijeron "nos vemos" como siempre, como si fuera un día más, aunque mirándome muy fijo a los ojos y tocando la panza largo y tendido. No saben si la van a volver a ver, y yo creo que ya se acostumbraron a sentir a Emilia detrás de la redondez.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
qué linda despedida!
ResponderBorrarse extraña la panza, si.
Me imagino que un montón, qué soledad volver a ser una! Por suerte la aventura sigue afuera. Besos Salomé!
BorrarHermosos tus compañeros.
ResponderBorrarEn el 2011 estuve en Roma, y aunque no creo en estas cosas, en la Fontana di Trevi pedí quedar embarazada, luego de años de intentos fallidos.
Esta vez, con mi Tomi en brazos, pedimos por Emilia. Va a salir todo bien, creelo! Y no por el deseo en la Fontana, sino por toda la buena energìa que te mandamos los que te leemos, y los que te quieren.
Un beso grande, Phoebe
Phoebe, no puedo decirte lo que me emociona saber que aún sin conocernos hiciste eso por nosotros. Le leí tu comentario a mi marido, te quiso abrazar. Gracias por tanta buena vibra, ojalá que así sea :)
Borrar