jueves, 24 de abril de 2014

Mañana, el gran día

Ayer se cumplieron las 22 semanas, 5 meses de embarazo, arranco a cursar el sexto mes y yo acá, sigo que no lo puedo creer.
Mañana, si todo sale bien, vamos a saber el sexo del bebé (y un montón de otras cosas mucho más serias e importantes, pero bueno, así soy yo...). Necesito ponerle género de una vez a esta cosita dulce y remolona que duerme la mayor parte del tiempo, no aguanto más pensarla/o en términos indefinidos, hablarle en genérico, imaginar automáticamente un varón y después reprimirme porque capaz que es nena y yo acá, dale con poroto y bebecito y corazón de melón, pochoclo de mi vida, botón de amor, no se me cae un femenino jamás, ni por casualidad. Así que por las dudas haré caso a las señoras y llevaré en la cartera mi buen reservorio de dulce, mi kit de emergencias por si la ubicación no favorece, porque ellas dicen que después del dulce se mueven más. Aunque no sé, hasta ahora mucho no me funcionó: este bebé parece ser bastante indiferente a la comida, con excepción del jugo de naranja. Cuando tomo jugo de naranja, ahí sí, me convierto en el escenario mayor del Teatro Bolshoi.
Marche un Citric de naranja de medio, porlas.

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