martes, 29 de abril de 2014

MIEDO

Me falta una hora para estar recostada en silencio en alguna camilla pulcra, observando un monitor que seguramente no me dirá nada, con sus explosiones de colores y palabras en inglés. Tengo terror de lo que voy a escuchar al final del estudio. Llevo un corazón impreso que encontré en un sitio de ayuda para padres de bebés con cardiopatías congénitas para que nos puedan explicar claramente qué tiene Emilia.
Estas 72 horas fueron de las más largas de mi vida; por momentos me invade la angustia, a veces me olvido y me río; en general trato de estar fuerte para mi Emilia, que se mueve como siempre, inquieta y ajena, en la panza. Le hablo, le canto, le rezo, le pido, le suplico.

4 comentarios:

  1. y yo pido y rezo, por vos y Emilia, y las abrazo a la distancia :)

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  2. Ojalá que todo vaya bien. No puedo imaginar lo que deben estar sintiendo. Las abrazo y les envío toda la luz.

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    1. Siii Ama, es DIFÍCIL, muy difícil, sobre todo cuando se pasa por tanto para llegar hasta acá... Pero sé que vamos a superar esto. Gracias por el apoyo. Beso grande!

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