Hoy hace un mes la llevamos a Emilia a que resuelva su destino. Antes de entrar al quirófano le hicieron un chequeo general y entre otras muchas cosas le revisaron las uñas, para ver que el color estuviera bien. Me dio un poco de vergüenza y otro poco de risa darme cuenta recién en ese momento de que tenía algo de mugre acumulada debajo de las uñas de los dedos gordos de los pies. Ahora me da orgullo, porque esa roña la había juntado el día anterior, saltando como loca en su jumper, sonriente, al ritmo de nuestros aplausos.
Así vivió ella: feliz, movediza, saltarina y serena, mi botón de vida, pedacito de mar. Y de eso me aferro para poder seguir. Me siento orgullosa de ella y también de nosotros.
Pero la extraño con cada célula, con cada glóbulo, con cada nervio, con cada cachito de piel.
Beso enorme
ResponderBorrarTe mando un abrazo!!!
ResponderBorrarHermosa, no me salen palabras, sólo decirte que el amor se siente en cada palabra que escribís.
ResponderBorrarLa leoncita Emilia , navegando por las aguas de la eternidad. acompañandonos en este viaje espacial, cada célula, cada glóbulo de ti impregnado de tanto amor, que maravilloso tus sentimientos, tus palabras, tu valor. un abrazo grande.
ResponderBorrarsos mas q admirable..... te mando fuerzas, fuerzas, muchas, muchas.... desde el frio polar del norte, donde aunqe no te conozca, siempre los tengo presente.
ResponderBorrarUn fuerte abrazo. Mariana
Fuerza mi querida fuerza...llena tu corazon de los hermosos momentos que compartieron...tu hijita de tu alma siempre va a estar con vos
ResponderBorrarFuerza mi querida fuerza...llena tu corazon de los hermosos momentos que compartieron...tu hijita de tu alma siempre va a estar con vos
ResponderBorrarNunca hasta hoy había comprendido ese poema de Pizarnik. Gracias
ResponderBorrarGracias <3
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