domingo, 25 de mayo de 2014

Hace un mes

Hace exactamente un mes llovía un poco; no mucho, creo, y yo me levantaba de la cama de un salto, sonriente e ilusionada: íbamos a saber si estábamos esperando una nena o un varón. Ya casi no me acuerdo como era pensar en "poroto" con la calma y tranquilidad de saber/creer que todo está bien, que lo peor ya pasó, que al cuco de los tres meses lo dejamos atrás y ahora solo resta el futuro límpido, diáfano como una mañana de primavera en el mar. Hace un mes se corría el velo edulcorado y yo perdía la inocencia del embarazo feliz; entraba de a poco, con pasos frágiles, en este mundo de incertidumbres en el que estoy aprendiendo a vivir. Hace un mes tomábamos real conciencia de cuánto amábamos a este bebé por venir, y empezamos a hablarle a la panza de verdad, a llamarla por su nombre y a cantarle más.
No todo lo que pasó fue malo.

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