miércoles, 13 de noviembre de 2013

Nos conocemos la cara

Así que era esto, la famosa betaespera, este tiempo detenido en el tiempo que voy avanzando a velocidad babosa. ¿Ansiedad? Sí, tengo. ¿Intriga? Un montón. Pero lo que se dice "pasarla mal"... no, para nada, mucho peor me resultó todo lo anterior. Supongo que debe ser mucho más difícil para las que no trabajan, el tiempo desocupado se debe estirar hasta límites surrealistas, pero -por esta vez, afortunadamente- no es mi caso.
Lo que tiene de bueno este tiempo de espera, suspendido en el aire, es que más allá del resultado es un momento de puro optimismo, pura ilusión. Es tiempo de temor y de ansiedad también, obvio, pero por ahora todo es posible. Hasta que no nos den un resultado que niegue el positivo, todavía estamos en carrera, y eso lo hace un tiempo de bienestar para mí. Acuno un sueño, y está bueno.

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