martes, 10 de diciembre de 2013

Ganas de agenda

En la lista de cosas a comprar tengo anotado -además del arbol de navidad y sus enseres recientemente incluido- "una agenda". No sé cuál, pero tiene que ser especial, nada de esas agendas hechas por montones. Tengo muchas ganas, no, mejor dicho, tengo ansiedad por comprar una linda y particular agendita 2014 y ver todas sus páginas en blanco y sentir la calma que me provoca saber que tengo tantas opciones por delante, aunque el entusiasmo por rellenarla con anotaciones redonditas y prolijas me dure, con suerte, dos meses, y también aunque cada una de esas opciones tan libres y románticas en mi fantasía de hoy la más de las veces se reduzcan a la rutina de la vida diaria, a la oficina y al tupper y al colectivo de mañana y a todas esas responsabilidades que por ahora decido no modificar. No me importa. No me importa porque saber que tengo ese tiempo por delante me llena de alegría y de optimismo, y me hace sentir que todo está ahí, posible y disponible para ser usado-vivido-estrenado-disfrutado-cambiado, ahí nomás, al alcance de mi mano, o tal vez un poco más lejos, pero ahí, ahí para mí, para todos; y entonces me invade una felicidad repentina como una ola de mar bravío, y se me humedecen los ojos (porque soy tan pero tan llorona que hasta sentir felicidad me da emoción), y me dejo llevar por esa sensación de diciembre y fiestas que pende en el aire como guirnaldas, como mi sonrisa.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario