miércoles, 31 de julio de 2013

Los cobayos

Los cobayos son dos machitos y se llaman Felipe y Harry. Harry por Houdini, ya que siempre está pergeñando el próximo plan de escape, aunque al final el primero en intentarlo (y lograrlo, por unos 40 minutos) fue Felipe, el negrito, tan tranquilito que parecía. Los trajimos a casa el sábado y nuestra relación fue evolucionando desde entonces: el primer día, casi no quisieron salir de su casita, pero el domingo logramos que comieran de nuestra mano, lo cual marcó un antes y un después en nuestro trato. La confianza se va ganando muy de a poquito, pero crece y crece. Felipe es asustadizo y glotón, es el más chiquitito y expresivo de los dos: hace unos ruiditos raros cuando lo acariciamos, como a burbujitas, y hoy aprendió a pedir comida con un WIIII WIIII WIIII muy agudo y -parece- característico. Harry, por el contrario, es blanco y desconfiado, silencioso e inquieto, pero se relaja totalmente cuando está entre mis manos. No hace ruiditos, pero cierra los ojos, lo cual para los cobayos es mucho decir.



Los muchachos

No hay comentarios.:

Publicar un comentario