miércoles, 30 de octubre de 2013

Mejorando

No sé si tuve fiebre o qué, pero ayer volví del trabajo, a las siete de la tarde, y me metí en la cama. Así, sin más. Interpreté que si mi cuerpo andaba arrastrándose como un fantasma por ahí, algo estaría tratando de decir. Así que llegué, me puse la joguineta más cómoda que tengo y derechito al sobre. Y se ve que algo de eso había, porque hoy me siento infinitamente mejor. También lloré unas cuantas lágrimas redondas y calientes, de esas que caen con fuerza y hacen un manchón, y creo que eso también ayudó. Lloré después de que IC me despertara al grito de "Amor, ya está la comida". Rarísimo. En cualquier otra circunstancia esa hubiera sido música para mis oídos, pero estoy sensible (hermoso eufemismo) y me desperté asustada. Miré el reloj y vi que habían pasado 20 minutos de la hora de ponerme las inyecciones. Puse cara de culo, IC medio que se calentó y vino a darme las inyecciones dando grandes zancadas y haciendo movimientos ampulosos. Me asusté el doble, pensando que los pinchazos iban a llegar al intestino. Me dolieron bastante los dos, ratificando la hipótesis de que esto tiene mucho de emocional, y ya, me fui al baño a llorar. También lloré por el cansancio acumulado, por el dolor de la antitetánica (que todo lo que no dolió al momento de la aplicación me está doliendo ahora, post facto), lloré por una angustia que me vino de no sé dónde y que me trepó la garganta en un minuto, y supongo que también habré llorado un poco por las hormonas; pero no, prefiero hacerme cargo de mi emocionalidad desbordada antes que caer en ese recurso ramplón. Creo que también lloré porque horas antes IC me había estado insistiendo vehementemente para que le pregunte al médico que si la punción era el lunes más o menos a qué hora sería. Dijo algo así como "no te ofendas, no lo tomes a mal, pero yo tengo 'responsabilidades' y me tengo que organizar" y no sé bien qué más dijo porque a esa altura ya se me había subido la sangre a la cabeza. No vamos a ponernos a competir por quién maneja más responsabilidades en el trabajo; solo quiero detenerme en el hecho de que estoy poniendo el cuerpo para un proyecto común. Lo hago por voluntad propia, ya saben, sarna con gusto y todo eso; pero con gusto o sin gusto estoy poniendo el cuerpo y algo en esa frase me jodió. Entiendo, igual, lo del laburo, pero no sé. Igualmente el doc. me confirmó que creía que la aspiración sería el sábado o domingo. Día D a la vista y -espero- fin de la era de los pinchazos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario