martes, 29 de octubre de 2013

Monitoreo #2

Eso que dije respecto de que le iba encontrando la vuelta a los pinchazos... no, para nada. Es cuestión del día, de la sensibilidad, qué se yo, a veces casi no los siento y otras veces me duele. Me pasa más lo último que lo primero, pero no pierdo las esperanzas de encontrarle el yeite antes de que todo el proceso termine. Ayer encima agregué la antitetánica, así que oficialmente estoy en camino de convertirme en colador.
Hoy tuve el segundo monitoreo: parece que todo avanza perfecto. Por lo que entendí, tengo varios folículos en cada ovario, así que vamos a tener material con el cual trabajar. Esto es muy bueno, si consideramos que hay personas que tienen que suspender el tratamiento por falta de respuesta ovárica. Me agregaron un tercer pinchazo para mañana (no me lo quiero ni imaginar). El jueves temprano tengo otra ecografía; según lo que vean me dirán cómo tengo que seguir, pero la señal de que nos estamos acercando al día D es que ya me enchufaron la medicación que sirve para que los óvulos maduren.
Sigo muy normal, salvo por el enorme cansancio que me aplasta; avanzo como un autómata, tengo el cuerpo como cuando la gripe. Mi familia no sabe nada, así que ni siquiera puedo llamar a alguno para hacerme la víctima; es más, casi que evito hablar con nadie porque siento que no tendría de qué hablar. Al margen del trabajo, todo lo demás se vincula con este tratamiento directa o indirectamente. Sí, supongo que me convertí en la persona monotemática que temía ser, pero lo bueno es que no me pesa. Esto es como cuando uno tiene que rendir un final, pedir un aumento, etc.: es inevitable que sea un tema que sobrevuele la cabeza todo el tiempo, lo importante es no sufrirlo. Y por ahora creo que la expectativa le va ganando a todo lo demás.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario